El Genio Equivocado edita el cuarto disco de Algora, de título revelador Folclore del Rascacielos, grabado junto a David Carratalá y Raúl Querido y producido por José Luis Macías.
En este caso parece que Algora reivindica en cierta forma al cantautor clásico y lo evoluciona hacia un pop sintetizado para establecer la figura del cantautor contemporáneo. Construye melodías con sintes lumínicos, y deja de lado los lugares comunes con una lírica preciosa, sin tópico ni lodazal cursi, porque la renueva al crear nuevas metáforas a base de una imaginería pop propia y un lenguaje nuevo y personal.
Folclore del Rascacielos es un trabajo verosímil donde Algora pone sus referencias culturales pop y coetáneas al servicio de un aire de angustia, de tristeza plomiza y de soledad. La llamada actualidad, propia de la temática del cantautor, conversa delicadamente con un sonido compacto, moderno y alegre (<<la biología lo impide>>).
Los ojos de Pablo o Europa y el bosque enamorado son canciones deliciosas y lúcidas, muestras del talento natural de Algora. El Escalador es una balada tecno líricamente perfecta, empastada sin fisuras a las bases rítmicas que la hacen fluir. Y Dioses y Hombres es un temazo de estribillo brillante, nunca se han escrito cuatro versos tan bellos, tan originales, tan adentro de lo que Algora nos quiere decir.
El talento de Algora no se agota. En el Folclore del Rascacielos sublima la perfección dentro de un caos amable. No se puede decir que ninguno de los once temas vengan de relleno. Es el puto disco otra vez.