Canciones nuevas para un mundo nuevo. Y todo eso en veinte minutos. Y eso se llama discazo: Pulso.
Tras S/T y Amistad y Rebelión, Accidente nos comparten Pulso. Y digo bien, nos comparten. Oigan, qué esta gente hace arte y no piden nada a cambio.
Es cierto que al escucharlos podemos caer en el tópico de, no sé, por ejemplo Reincidentes. E incluso a mí me llevan a la preadolescencia donde sólo bebíamos minis, escuchábamos Vicio e íbamos a las fiestas del PCE para verlos. Pero no es así. Accidente suenan a otra cosa. Son otra cosa. Y es que además suenan mejor, no sólo políticamente, sino intelectualmente. Y es que no veo a Accidente haciendo versiones punk de Miguel Hernández. Porque hoy el lenguaje es otro y eso ellos lo saben.
Accidente lo saben y hacen melodías bellísimas y combinan las voces con un fin: hacerte partícipe de una realidad social: la lucha de clases: el feminismo-> por fin en el punk: GRACIAS.
Pulso es el disco más pegado a la realidad social que podéis escuchar. No es una soflama, es una vivencia que comparten con nosotros. Es genuino. Sí. Y es generosidad, sin una multinacional detrás, sino desde la anarquía y el coopetarativismo. Y lo peor es que aún así suenan mejor que cualquier otro jodido grupo underground.
Pulso es una mínima parte de la forma del estar y del vivir de Accidente. Es muy fácil hundirse en su historia, apenas hace falta tener nociones ligeras de google para comprobar que no solo son una propuesta musical, sino que son una propuesta de vida.
Os dirán que Accidente son irreverentes. ¿Irreverentes? Irreverente es ser lo que ellos describen en Puslo, en Yo misma, o en Jueces.
Pulso es discazo 2016, colegas.
Autoprudicido.
Autogestionado.