Odiar

Hazte Lapón adelantan con Odiar el que será su próximo disco No son tu marido, esta vez con El Genio Equivocado y que saldrá a la luz a finales de Octubre. Un segundo largo tras aquel genial Bromas privadas en lugares públicos.

Sin rodeos. Odiar es un temazo. A mí me recuerda a algo de Fleetwood Mac, a algo de Supertramp. Esta vez predomina la voz de Saray sobre la de Lolo que por detrás apuntala el tema junto a unos coros magníficos y una melodía que lo inunda todo dando el dramatismo perfecto a una letra deliciosa.

Con Odiar se constata la evolución del conjunto tanto en la forma de encarar los temas, como en el juego de las voces, así como en la edición de un producto final que cada vez tiene más calidad y que no ha perdido por el camino ni un ápice de su esencia, ni de su humor ni de su ironía. Suenan mejor que ayer y cuentan las cosas como siempre. Incluso en este caso con algo más de lucidez.

Creo que puedo decir sin equivocarme que Hazte Lapón es uno de los grupos más reconocibles, más sinceros y con más personalidad que habitan dentro de las corrientes underground. Por su manera de mostrarse y por su genuina forma de contar las cosas.

Disfrutadlo. U odiadlo. Lo que es seguro es que nos os vais a quedar indiferentes.

OliverOliver

Hace meses que Piedad os lo ruego sacaron OliverOliver. Y hace meses que no he podido dejar de escucharlo ni un solo día. Creo que eso es lo mejor que se pude escribir sobre un disco. Identificarse con él, quererlo, sentirlo como propio. Pero el tema está en contároslo para que lo queráis exactamente igual que yo lo quiero.

En OliverOliver Piedad os lo ruego tratan de la desolación de esperar más de veinte minutos el autobús, de la tristeza de aguantar hora y media de Metro para ir al curro. Pero también tratan del optimismo. De estar en casa todo jodido tocándote la huevada.

Es a ratos pop. Es a ratos punk. Es a ratos electrónica.

Es estar en el curro y sentirte un puto perro fracasado.

Roztoky son cincuenta y nueve segundos de inteligencia. La nostalgia de Standing Ovation me encrespa. Y su Detroit bien pudiera ser Canillejas, Madrid, año 2015.

Temitas cortos que describen con naturalidad lo real, tanto como para pegar un puñetazo de rabia al aire, como para ponerte hasta el culo de farlopa y sobrevivir de la pensión de tu madre bajando al Burguer Lucano para ver al Atleti mientras echas unos botellines y unos Ducados.

Y es que para describir la realidad no hace falta un tocho de mil quinientas páginas, sólo hace falta escucharse a Piedad os lo ruego. Quizá Santa Teresa. No sé. Pero escuchadlo y os juro que mañana os reconoceréis en el espejo del hoy y seréis unos tipos diferentes.