Verkeren en Costello

La última vez que los vi creo que fue hace tres años, en una Clamores ligera de público. Verkeren llegaban a la capital casi recién hechos, con Intervención debajo del brazo y con ganas de petarlo. Petarlo para bien. Y yo me quedé prendido de ellos.

Así que el cuatro de Junio regresaron a Madrid para presentar su nuevo disco, Pudo ser Miss Mundo, en la sala Costello. También ligera de público, aunque eso no fue un impedimento para que lo petaran. Al menos yo me lo pasé de puta madre.

Verkeren hacen pop electrónico, ponedles las etiquetas que os dé la gana si necesitáis amueblaros la cabeza, para que los receptores del mensaje bailen sin complejos una canción detrás de otra. Han evolucionado desde aquella primera vez, son más compactos, suenan más y mejor, pero no han perdido un ápice de energía, de vigorosidad. Todo lo contrario. Siguen siendo luminosos.

Verkeren han fabricado un set de canciones, conjugado sabiamente entre Intervención y Pudo ser Miss Mundo, que irradia alegría, buen humor y ganas de hacerte soltar el cuerpo y la conciencia. Melodías finas y deliciosas sin truquitos épicos. Una batería brutal que aclara el ritmo de los sintes, importantísima para el ruido genial de la banda. Demostraron además que se puede hacer bailar a la gente sin necesidad de ser estúpido, sin letras ñoñas, sin tópicos ni zonas comunes o de confort, porque son inteligentes y te tratan como si tú también lo fueses, de tú a tú, con la única ambición de hacerte sudar.

 No hubo barra libre de champán, pero sí algo por lo que brindar.