Holi<3

El trabajo de Elefant Records, desde hace 25 años, es envidiable, arriesgado y prolijo. Porque siempre ponen de relieve pedazos del mejor pop. Y esta vez, con otra edición lustrosa, dan un golpe encima de la mesa sacando el nuevo trabajo de Axolotes Mexicanos, lo más divertido, fresco e insolente, con cierta ingravidez púber, de un género, el pop, desperdiciado en este país por el consumo rápido y la moda. Su Holi<3 (Elefant Records, 2015) es el mayor revitalizante para los que ya pasamos los 30, porque es joven, selecto y genial. Yo escucho Holi<3 y me corro.

En el camino de Infectados (Elefant Records, 2013), con aquel maravilloso ‘Aborto’, Axolotes Mexicanos se ha construido más originales, bordando el pop, llenando de magia y fantasía, además de argumentos, a la principal virtud del hombre, la imaginación, y por tanto la mejor herramienta del artista.

Atemporales, Axolotes Mexicanos demuestran con Holi<3 un axioma casi improbable. La transcendencia no es perifrástica, no necesita de rodeos, no es elevada, sino que reside en dos lugares comunes y concretos de la razón del creador: en su imaginación y en la sencillez de su propuesta.

El disco, nuevo, totalmente desprejuiciado y, por tanto, valiente, comienza con un ‘Disparo de Amor’. Correctísimo punk para presentar un trabajo ecléctico que trasciende más allá de las etiquetas.

Te miro mientras duermes’ es vértigo. Con unos magníficos coros que redundan en la dramatización del argumento, camina ampulosamente entre lo siniestro y la sonrisa de dientes brillantes. Aunque quizá ambas imágenes nos induzcan a la misma idea.

Y el descanso de ‘El basurero’.

Interestelar’ es preciosa, robusta, cristalina. Su base electrónica es deliciosa y progresa hasta un pop alegre dentro de una melodía delicada que se repite en un bello crecimiento. Tiene esa inmediatez adolescente (‘venga, vente conmigo, nunca nos cogerán’) que se hace inmortal con la caída del plomo de los años. Y su momento de las manos arriba para alargar el final eléctrico.

Hay una china que vive en mi piso’ es el temazo de lo que llevamos de 2015. Nos reencontramos con los Axolotes esenciales, pero esta vez descarados, sin disfraces, con el atractivo de una fiera en libertad en una letra sureal, onírica y de músculo punk.

Holi<3 es la obra total. Un Réquiem de Mozart. Un concierto para cuerdas de Bach. Un conjunto de canciones para escuchar en directo tal cuál se presentan en formato físico, sin pecar de parecer unos Supertrump cualquiera.

Axolotes Mexicanos aun no se han puesto la coraza así que todo lo que dicen (y, sobre todo, cómo lo dicen) rezuma naturalidad y gotea sensibilidad en letras exquisitamente construidas que llenan de sentido y contenido unas melodías juveniles y valientes. Y sólo eso, tan difícil de hacer, les convierte en uno de los estandartes de lo original.

Holi<3 es el puto disco.

No os apuntéis a talleres de literatura creativa, escuchad Axolotes Mexicanos y aprended a escribir y contar historias, coño.

Los excesos de los niños

Alborotador Gomasio se presentan en sociedad (para aquella sociedad que no tenía el gusto de conocerles) con ‘Los excesos de los niños’ (Limbo Starr, 2015), tras un genial ‘Más humillante que doloroso’ (Discos de paseo, 2013) que nos levantó a todos de nuestras poltronas polvorientas.

Así que cuando uno pilla un disco de alguien que le mola o que a priori le debe seguir molando, espera la sorpresa. Y cuando uno lo escucha, lo reescucha y reescucha ‘Más humillante que doloroso’, con aquel magnífico ‘En el espejo’, por ejemplo, no puede decir nada a favor de lo nuevo, bonito y quizá pretencioso. Pero es que tampoco puedo decir nada en contra. Y si uno no puede decir nada a favor ni tampoco en contra es porque se encuentra con un trabajo plano.

Vale. No. Alborotador Gomasio no son underground. Tampoco lo pretendían antes. A pesar del ruido y el guitarreo, ahora menos sucio, no lo son. No son punk. Están a medio camino entre el pop y el punk. ¿Power pop? No lo sé. Es que no todo es encasillar en determinada etiqueta a las cosas. Importan más las sensaciones, los afectos, la verdad que se transmite en la obra. Y ahí es donde está el conflicto de este relato, en la verdad. Y el cambio de sello a Limbo Starr, o quizá no sea consecuencia de ello, no ha inclinado la balanza ni hacia un lado ni hacia el otro. Un sonido más cuidado sí, pero menos real, con menos verdad.

Y me resulta difícil decir esto porque estos chicos forman parte también de algunos de los grupos más honestos, como El Pardo o Como Vivir en el Campo, importantes referentes del underground español.

Los excesos de los niños’ mola, pero nada más. A pesar de eso siguen sonando bien, demasiado bien, a ese pop noventero y humeante, melódicamente mayúsculo. ¿Pero algo más? No. No hay temazo como ‘Los inviernos’. No hay las caras del diamante de ‘El malestar continua’ o ‘En el espejo’.

El placer de la derrota’ es un magnífico título para una canción que al final resulta algo coreable y saltona para el directo. ‘Todos mis huesos’ es lo más rompedor. ‘Los residuos de la sociedad’ o ‘Si te matas’ (este es el temazo) son los que mantienen cierta esencia sónica. Pero poco más en un disco que a veces suena bien y a veces a los actuales Punsetes o a los Pignoise pero con letras más maduras.

Pero Tampoco me hagáis mucho caso. A lo mejor todo esto sólo lo dice un gilipollas que tiene como prejuicio el cambio. No lo sé. Yo les espero en el directo.

Búho

Como dijo Raúl Querido en el mítico concierto de la Moby Dick: ‘Está bien ser indie, lo que no está bien es ser gilipollas’. Y es que del indie también se sale. O al menos uno trata de mantener sus principios dentro del catecismo a pesar de los payasos. Y para eso está la curiosidad. Y esta me lleva a investigar páramos no muy remotos, casi podemos tocarlos con los dedos, que compartir.

Dos años después de dar a conocer su primer trabajo (MPole EP, 2013), los zaragozanos de MPOLE han sacado Búho, un EP con dos temas pop que vienen a tapar los agujeros que los otrora mandamases del cotarro han dejado por servir al mercantilismo.

Simulacro’ y ‘Parcialmente nublado’ continúan la senda marcada en su primer trabajo. Pop sencillo, de melodías épicas sublimadas por la bella voz de Baque García. Oscuridad, melancolía, letras metafóricas y cercanas, más políticos quizá en ‘Simulacro’ que bien podría ser una canción protesta, más poéticos y experienciales en ‘Parcialmente nublado’.

MPOLE son una corriente de pop limpia y fresca que regenera las cañerías del viejo catecismo.

Compartid. Disfrutad.