Una mierda pinchada en un palo
Tengo un amigo que dice que ‘si no te gustan las pelis de vaqueros, no veas una peli de vaqueros’, independientemente de que la temática de la misma sea muy otra. Yo creo, sin embargo, que las buenas películas trascienden al género que se las presupone y se convierten en universales, capaces de atrapar con su argumento y desarrollo al más escrupuloso de los cinéfilos. Así ocurrió con las tres primeras ‘Star Wars’, con ‘Matrix’ o con ‘Sin Perdón’. Encasilladas cada una en un género y que, sin lugar a dudas, lo trascendieron.
‘Star Wars es uno de los mejores westerns de la historia’, solía comentar mi profe de Historia del Cine en la Academia.
Me acerco por tanto a ‘Guerra Mundial Z’ sin haber leído el libro de Max Brooks (guionista en el mítico Saturday Night Live o actor en la terrible ‘Pacific Blue’) y con un interés nulo por las cosas de los zombis. No, no termino de ser un frikazo al estilo Sheldon Cooper. No me atraen los zombis. Ni la ciencia ficción, a excepción de ‘La Guía del Autoestopista Galáctico’ y toda la divertida saga de Douglas Adams. Incluso los comics me parecen lo más aburrido del mundo. Pero no tengo ningún escrúpulo a la hora de sentarme en la butaca del cine de turno. Una de aquellas antiguas salas X, la de Magallanes en Madrid por ejemplo, podría transportarnos a un descubrimiento maravilloso.
‘Guerra Mundial Z’, dirigida por Marc Foster que llevó a cabo la maravillosa ‘Finding Neverland’ o la brutal ‘Monster’s Ball’ en la que aparecía fatídica y trágicamente, qué curioso, un joven Heath Ledger y cuyo protagonismo le valió un Oscar a Halle Berry, es la historia de Gerry Lane (Brad Pitt), un antiguo agente de la ONU, que, tras abandonar su pasión (el curro) por su familia, se siente obligado (y le obligan) a volver al tajo tras un ataque masivo e indiscriminado contra todos los bichos vivientes del planeta.
Es una plácida mañana familiar para los Lane. Pero de pronto, Filadelfia es atacada por una plaga de zombis.
La raza humana parece que va a ser destruida, así que el machote de Gerry se siente obligado a salvarla por encima de su propia familia y de él mismo.
El superhéroe por antonomasia.
Esa es la historia. Aderécenla con unos cuantos zombis. Un poco de tensión tipo thriller. Algún sustito de blandiblú. Y una buena dosis de sionismo. Supongo que no es gratuito que a mitad de metraje se afirme sin rubor que el origen de la plaga procede de Palestina. Y que la imagen posterior, como trata de ser la cinta, sea apocalípticamente espectacular. Miles de palestinos zombis se suben por los muros de la ciudad atacando a la raza humana.
Paralelismos los justos, ¿no?
‘Guerra Mundial Z’ es la peli de Brad Pitt. Y es una peli porque se le ha puesto en los cojones a Brad Pitt. Y no es nada más que eso.
No paguen por verla. Háganse con ella gratuitamente y úsenla como esponja de baño, bolsa de basura o pastilla del día después. O si no para una siesta dominguera de tres horas.