Planilandia: El video de Vigalondo para Lori Meyers

Nunca he ocultado mi debilidad por Lori Meyers. Una banda con vocación mainstream desde sus inicios y que, honestamente, no han engañado a nadie.
Desde luego, la campaña de publicidad les ha valido la pena. Por los resultados. Meses de marketing e intriga, de adelantos minimalistas, de carteles en la calle desde los que podías descargar las canciones de ‘Impronta’ mediante una aplicación, de encuestas en Facebook para elegir por votación popular la canción para el primer video del LP (así les ha ido). Y entrevista en El País Semanal incluida! Imagino, insisto, que todo esto les habrá valido la pena a una banda con vocación mainstream (documental Independientes?). Tanto como para que el director mainstream les haga un videoclip y, así, ser lo máááaas!!!!

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‘Impronta’ supone seguir por el camino que marcaron con ‘Cuando el destino nos alcance’ (qué gran camino!). Pero también con ‘Alta fidelidad’, ‘Tokio ya no nos quiere’, ‘Viaje de estudios’, ‘Ham´a´cuckoo’, ‘Luces de neón’. Joder, tras ‘Hostal Pimodan’ iban a ser los nuevos Los Planetas, que decía algún avispadillo.
‘Impronta’ me suena a Supertramp. A The Cure.
Son hipnóticamente bailables. Como ahora son todos?

‘El tiempo pasará’ es el temazo. Funky. Un puto hit!
El resto discurre por los senderos ya conocidos. Con baladas de mechero en mano como ‘Impronta’, ‘Deshielo’ o ‘Tengo un plan’ (qué me encanta!).
Y con letras bellísimas y actuales, algo forzadas a veces (sello de identidad Lori).
Y es que, durante semanas, ‘Bromas privadas en lugares públicos’ de los Hazte Lapón e ‘Impronta’ de los Lori han retumbado en mi cabeza diariamente hasta producirme un ictus .
Sí. Tengo el vinilo del último de los Lori. Me sé todas las canciones. Y voy a darlo todo el Día de la Música 2013 con La Loca.Con los Lori
Pero es que ahora se descuelgan con video. Dirigido por Nacho Vigalondo (ey!). Y protagonizado por Bárbara Goenaga (bellísima siempre) e Ignatius Farray (por qué??? es el que hace de etiqueta del Jägermeister. mirad los cuernos en el video. lo sé de buena tinta)
Francamente, a pesar de los gintronics que llevo (oiga! 3 pavos en El Palentino way of life!), no salgo de mi asombro.
El video es una chufla. Una chusta. Huele a tomadura de pelo. Incongruente. Idiota. Mediocre. Ni siquiera sirve para lucir al grupo. O a los protas. Es como si Vigalondo quisiera deshacerse de las peores tomas y secuencias de una peli que hubiese rodado. Y para colmo coge y va y le enchufa el ‘Planilandia’! Sin coherencia. Sin sensatez. Sin decoro.
Espero poder verlo sin estar al borde del coma etílico. Pero es que entonces quizá lo entendería. Y entonces sería la pescadilla que se muerde la cola. Y de nuevo al coma etílico. O al delirium tremens.
Coño, podría haberlo dirigido Isabel Coixet. Al menos nos cortaríamos las venas.

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Bromas privadas en lugares públicos

El amor es subnormal profundo

‘El amor es subnormal profundo’.
Enorme!?
No?
‘pues mira qué bien’.
Pues eso dicen los Hazte Lapón en ‘Rómpase en caso de incendio’. Podríamos hablar de una balada cósmicacómicangustiosa propia de nuestros días. Undécimo corte de su LP ‘Bromas Privadas en Lugares Públicos’.

Hazte Lapón
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Como dice La Loca, soy un puto hipster de mierdi que, además, se toma su tiempo para escribir las reseñas. Pero esto último ya lo sabéis.
Deglutir, asimilar y sentirte cerca de un disco no es fácil. Pero esta vez me voy a dejar de gilipolleces. ‘Bromas Privadas en Lugares Públicos’ es el puto disco.
Desde ‘Carne tártara’ a ‘Encantadora’, desde ‘I. Un caso de Curación de Hipnosis’ hasta ‘IV. Más allá del Principio del Placer’ (original deconstrucción del LP), el camino ha sido bastante sencillo. Es la banda sonora de una vida. La tuya y la mía. Porque no, no pienses en sex drugs & rock&roll. O también. Pero antes mejor mírate tu propia basura de ombligo.
Es la banda sonora decadente más intensa que pueda realizar hoy día el underground patrio.
Hazte Lapón demuestran una vez más, tras su ‘El Baile de la medusa’ o ‘Bucles’ (os acordáis de aquel ‘Sara perche ti amo’?), que son partícipes de la cultura actual (contracultura actual), de lo que se mueve en las cañerías suburbanas, de la contemporaneidad. De hecho no ha sido difícil verlos por las salas de Madrid o por el Primavera Club.
Y dan voz a una generación. O mejor decir a un universo, tan personal como a la vez colectivo, al que, además, ponen melodía y metáfora.
Las referencias a lo sincrónico y coetáneo se suceden en una concatenación de imágenes de finísima ironía. A veces incluso gruesa.
Debajo de todo ese ruido, de toda esa urbanidad, hay unas guitarras, unos teclados, unas melodías que sin proponérselo rozan la epicidad, la nostalgia, la mayor melancolía (‘Torpeza psicomotriz’). Y unas letras congruentemente encadenadas. Cómicas, sí. Pero originales. Con doblez. Con mala hostia. Con los dientes en la yugular. Con el corazón en la garganta. Con el lirismo propio de la propia poesía. Poesías rotas y enfatizadas por ese hilillo de voz tan singular, natural y azaroso.
Y en directo, por esos movimientos espasmódicos a lo Ian Curtis.
Y es que eso son Hazte Lapón, poesía del siglo XXI. Eclécticos. Agudos. Putas melodías ahogadas. Pop chisposo, chisporroteante y, por qué no, achispado.


‘Siempre fui el último’ es hit. Fresco, de melodía brillante, batería machaconamente chispeante. Y letra mía? Tuya? Ey, que todos hemos estado ahí. La metáfora es tremenda.
Hay algo más triste que ‘Torpeza psicomotriz’? Piensa en tus 11 años. El patio del colegio o el callejón de al lado de casa. Y el balón no es tuyo! Y ahora piensa en tus 30 palos. Tampoco te elijen no?
‘Sólido’. Joder. No es nada fácil rimar en esdrújulo y ladrar a la vez.
O la bellísima ‘Un juego de niños’. Directa a la mandíbula.
Y vaaaya con ‘Memoria boomerang’, a que sí Loca?
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No, no son postureo. Te los puedes creer o no. Pero si naciste a principio de los 80’ y no te gustan los Hazte Lapón, lo siento, pero eres un analfabeto.
Bailarás. Gritarás. Ladrarás. Quizá también desees cortarte las venas. Pero permanecerás en sintonía sin sentirte indiferente.

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* Sorry Loca. Es que en spainerds sólo hablamos de lo que nos mola.
De lo que no hablamos o no lo conocemos o nos gusta tanto como para ignorarlo.